
El nuevo terminal del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez abrió oficialmente sus puertas el 1 de junio de 2025, marcando un hito en la infraestructura aeroportuaria del país.
Jorge E. Bravo – Project Management doméstico e internacional, Jun 26, 2025
Con un tamaño tres veces mayor al del antiguo terminal, esta nueva instalación fue inaugurada el 31 de mayo con una ceremonia oficial, y su primer vuelo partió rumbo a Atlanta. Diseñado para atender hasta 40 millones de pasajeros al año, el terminal cuenta con 44 puertas de embarque y 142 counters de check-in, una mejora significativa frente a los 96 counters del terminal anterior.
En cuanto a tecnología, el aeropuerto incorpora sistemas biométricos de control migratorio, kioscos de autoservicio, manejo automatizado de equipaje y pantallas digitales en tiempo real para optimizar el flujo de pasajeros. Además, se han integrado elementos de identidad cultural peruana en el diseño arquitectónico, con materiales nativos, arte local y una oferta gastronómica representativa del país.
Actualmente, el acceso al nuevo terminal es limitado. No se permite el ingreso peatonal, y solo vehículos autorizados pueden ingresar a la zona de desembarque. El ingreso vehicular se realiza temporalmente por la avenida Morales Duárez, mientras se culmina la construcción del puente Santa Rosa, que será el acceso definitivo.

Para quienes no cuentan con transporte privado, el servicio público AeroDirecto Quilca es una opción eficiente. Parte desde la avenida Quilca, cerca de la intersección con la avenida Faucett, y conecta directamente con el nuevo terminal a través de Morales Duárez.
El pasaje cuesta desde S/ 2 (USD 0.50), dependiendo donde subes y los buses están equipados con aire acondicionado, cámaras internas y monitoreo en tiempo real. Este servicio forma parte de una red de cinco rutas oficiales implementadas por la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) para facilitar el ingreso de pasajeros y trabajadores[1][2].
En cuanto a taxis, solo pueden ingresar aquellos autorizados por LAP o registrados en apps de transporte. Vehículos informales o no registrados no tienen permitido el acceso al terminal, como parte de una estrategia para evitar congestión y garantizar la seguridad operativa.

Según el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), esta restricción responde a que el acceso actual se realiza por puentes temporales, lo que hace inviable el ingreso peatonal. Además, se busca evitar el caos vehicular que caracterizaba al antiguo terminal, priorizando un flujo ordenado mientras se habilita el acceso definitivo. El MTC ha confirmado que estas medidas son temporales y forman parte de una fase de transición hacia un sistema de acceso más moderno y eficiente.
El nuevo terminal del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez no es solo una obra de infraestructura: es una puerta de entrada a una nueva era para el Perú. Su diseño moderno y su innovación en eficiencia marcan el inicio de una transformación más profunda—una que conecta directamente con el crecimiento que el país viene experimentando.
En los últimos meses, Lima ha sido protagonista en el escenario global. Maido fue coronado como el mejor restaurante del mundo[3], mientras otros establecimientos peruanos siguen escalando en los rankings internacionales. Influencers, chefs y medios especializados han puesto los ojos sobre la capital, generando un efecto dominó en el turismo. Se suma el auge de la educación internacional: la Universidad Continental del Perú ha iniciado operaciones en Florida con su campus virtual y proyecta abrir su sede física en 2026, consolidando su alianza con entidades estadounidenses y su posicionamiento como referente académico global [6].

Distritos como Barranco, Miraflores y San Isidro han visto un aumento sostenido en el valor de sus propiedades, con una apreciación anual promedio del 5–7%[4]. Plataformas como Airbnb reportan una alta demanda en estas zonas, con tasas de ocupación del 60–70% y retornos de inversión que superan el 6%[5]. La llegada de turistas en busca de experiencias auténticas—desde la gastronomía hasta sitios icónicos como Machu Picchu, la Montaña de Siete Colores, Laguna 69, el Cañón del Colca o las bodegas de Ica—ha convertido al Perú en un destino integral, donde cultura y modernidad convergen[7][8].
Entonces, ¿qué tiene que ver todo esto con el nuevo aeropuerto? El aeropuerto no es solo un punto de llegada. Es un símbolo de cambio. La decisión de restringir el acceso a vehículos autorizados no es un capricho logístico, sino una demostración de orden y visión al futuro. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha explicado que esta medida responde a limitaciones temporales de infraestructura, pero también a la necesidad de evitar el caos vehicular que caracterizaba al antiguo terminal. El objetivo es claro: establecer un nuevo estándar de movilidad urbana y gestión pública.

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Fuentes:
[1] larepublica.pe [2] www.peru-retail.com [3] RPP: Impacto económico del turismo gastronómico [4] TheLatinvestor: Property market in Lima 2025 [5] Sociedad Peruana de Bienes Raíces: Mejores distritos para Airbnb [6] Club Franquicia: Universidad Continental en Florida [7] Machu Picchu Luna Tours: Laguna 69 y destinos naturales [8] TreXperience: Crecimiento del turismo en Machu Picchu